Hipertensión arterial.

La hipertensión arterial, o presión arterial alta, es una condición crónica en la que la fuerza del flujo sanguíneo contra las paredes de las arterias es demasiado alta. Esta situación puede llevar a problemas de salud graves, como enfermedades del corazón, accidentes cerebrovasculares y daño renal.
Síntomas.
La hipertensión generalmente no presenta síntomas evidentes en sus primeras etapas, por lo que se le conoce como el “asesino silencioso”. En casos más avanzados, puede causar:
- Dolores de cabeza intensos.
- Fatiga o confusión.
- Problemas de visión.
- Dolor en el pecho.
- Dificultad para respirar.
- Latidos cardíacos irregulares.
- Sangre en la orina.
Causas.
Las causas pueden ser diversas, incluyendo:
- Factores genéticos.
- Obesidad.
- Consumo excesivo de sal.
- Sedentarismo.
- Consumo excesivo de alcohol.
- Estrés.
- Enfermedades crónicas como diabetes y enfermedades renales.
Tratamiento.
El manejo de la hipertensión arterial generalmente incluye cambios en el estilo de vida y, en muchos casos, medicamentos. Las recomendaciones suelen incluir:
- Dieta saludable: Baja en sal, rica en frutas, verduras y granos enteros.
- Ejercicio regular: Al menos 30 minutos de actividad moderada la mayoría de los días.
- Control del peso: Mantener un peso saludable.
- Reducción del consumo de alcohol y tabaco.
- Manejo del estrés: Técnicas como la meditación, el yoga o la terapia.
Es importante realizar chequeos regulares para monitorear la presión arterial y seguir las recomendaciones médicas para mantenerla bajo control.